Entrevista: ‘SÍ HAY PRODUCTO LATINO’ por Caso Perdido

Capturando lo Efímero: Una Entrevista sobre Migración, Identidad y Memoria Urbana

En esta entrevista, exploramos el trabajo de Caso Perdido, un fotógrafo venezolano cuya lente se enfoca en los detalles pasados por alto de la vida urbana: carteles escritos a mano, grafitis y los sutiles rastros que dejan las comunidades migrantes.
A través de proyectos como "SÍ HAY PRODUCTO LATINO", documenta la intersección entre memoria, adaptación y presencia en el paisaje urbano.
Hablamos sobre cómo la fotografía preserva lo efímero, las capas de Barcelona más allá de su imagen turística, y el papel de los objetos cotidianos en la construcción de la identidad migrante.

Tu trabajo documenta elementos urbanos como los carteles y el graffiti. ¿Cómo crees que la fotografía puede capturar la esencia de lo efímero en la ciudad?


La fotografía es una herramienta perfecta para atrapar lo efímero. Los carteles, el graffiti y los anuncios improvisados en las calles son mensajes temporales que reflejan un contexto muy específico. Documentarlos es una manera de darles permanencia, de convertirlos en testimonio. Para mí, fotografiar estos elementos es como archivar una memoria colectiva, especialmente en el caso de comunidades migrantes o escenas marginales que muchas veces quedan fuera de los registros oficiales.

Barcelona es una ciudad con muchas capas: turística, cotidiana, migrante, subterránea. ¿Cómo eliges qué aspectos de la ciudad quieres mostrar en tu trabajo?

Me interesa lo que a primera vista puede parecer invisible o secundario. No me atraen las postales turísticas de Barcelona, sino las señales que dejan las comunidades que la habitan y que, a veces, son ignoradas. Las tiendas latinas, los mercados de barrio, los graffitis en los márgenes y los carteles escritos a mano me hablan de vida, de adaptación y de presencia.

Has mencionado que la exposición "SÍ HAY PRODUCTO LATINO" surge a partir de un fanzine. ¿Cómo nació el fanzine "Producto Latino" y cuál es su papel en tu narrativa visual.

El fanzine fue mi primer intento de capturar estas ideas en un formato accesible, algo que pudiera circular de mano en mano y llegar a diferentes personas. Es un diario visual que documenta la experiencia migrante y urbana, permitiéndome explorar de forma íntima las historias que emergen de la calle. De esta manera, el fanzine se convierte en un puente entre la inmediatez de la fotografía y la profundidad de la narrativa personal.

 

Cuéntanos sobre el origen de la exposición. ¿Cómo surge la idea de "SÍ HAY PRODUCTO LATINO"?

La idea nació de una experiencia muy personal. En Venezuela, los carteles de "SÍ HAY" forman parte del paisaje urbano, una afirmación que desafía la escasez y refuerza la esperanza. Al llegar a Barcelona, me encontré con un letrero similar en un supermercado, señalando un espacio donde se agrupan productos latinoamericanos. Ese eco de Venezuela, pero con un significado distinto en el contexto migratorio de Barcelona, se transformó en la base para crear la exposición como testimonio de esa doble experiencia.


En la exposición se habla de "ida y vuelta, de ausencia y presencia". ¿Cómo se reflejan estos conceptos en tu obra?

Mi obra juega con la idea de lo que dejamos atrás y lo que llevamos con nosotros. Los carteles en Venezuela se convierten en una necesidad para marcar la existencia, mientras que en Barcelona se transforman en un código de identidad y pertenencia. La instalación materializa esa tensión: ausencias que se transforman en presencias, espacios resignificados que narran el constante movimiento de la migración.

 

En tu opinión, ¿qué importancia tienen estos elementos cotidianos en la construcción de la identidad de los migrantes?

Son fundamentales. Los productos, los carteles y los graffitis no son meros objetos o mensajes; son anclas simbólicas que nos ayudan a ubicarnos en un nuevo contexto sin perder de vista nuestro origen. Funcionan como puntos de encuentro y reconocimiento que fortalecen la identidad de la comunidad migrante.

 

Finalmente, ¿qué esperas que el público se lleve de esta exposición y del fanzine?

Quiero que el público se enfrente a la idea de la presencia. Que vea en los carteles, en las imágenes y en las páginas del fanzine un testimonio de que existimos y de que la comunidad migrante deja huella en los lugares que habita. Más allá de la nostalgia, esta obra es una afirmación de cómo nos adaptamos sin perder nuestra identidad y transformamos el espacio para hacerlo nuestro. Espero que quienes visiten la exposición o lean el fanzine desarrollen una mirada más atenta hacia los detalles de la ciudad y descubran historias de resistencia y pertenencia.

 

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